martes, 2 de febrero de 2016

MÉTODO DE ASOCIACIÓN DE MILDRED A. McGINNIS


El método de asociación de McGinnis fomenta el desarrollo del lenguaje en niños diagnosticados como afásicos, condición que se caracteriza por una deficiencia lingüística originada por alguna lesión cerebral.

Este método funciona a base de numerosas tareas visuales y auditivas pero el propósito principal de tales actividades es facilitar el desarrollo del lenguaje más que la integración perceptivo-motriz.  Su orientación es predominantemente auditiva.

Mildred A. McGinnis fue maestra de escuela elemental durante varios años y en 1916 formó parte del  Central Institute for the Deaf  de St. Louis Missouri tratando a niños con afasia auditiva. Al cabo de dos años fue nombrada directora del Departamento de Habla y Corrección, puesto que mantuvo hasta 1963, año en que se jubiló.

En 1963 da a conocer el método de las asociaciones utilizado para enseñar a niños afásicos; éste fomenta y asocia sistematicamente cada una de las diversas habilidades que se deben coordinar para el desarrollo de la capacidad de entender y aplicar en la comunicación oral.

McGinnis consideraba como afásicos a los niños con retraso lingüístico; es decir, que pueden ser afásicos expresivos o motores o bien afásicos receptivos o sensoriales.

A) Los niños que presentan afasia motora o expresiva son aquellos que tienen las siguientes combianciones:
     Afasia motora e inteligencia normal
     Afasia motora e inteligencia superior a la normal
     Afasia motora y algún retraso mental leve
     Afasia motora y parálisis cerebral leve
     Afasia motora y parálisis cerebral secundaria con retraso

B) Los niños que presentan afasia sensorial que responde bien al método de las asociaciones se trata de niños con un habla poco inteligible, ecolálico o con mutismo.

En 1964 McGinnis informa que hay niños carentes de lenguaje que tienen múltiples impedimentos como la sordera y  problemas emocionales que dificulta la respuesta adecuado al método de asociaciones.

Es necesario precisar las diferencias entre el método de las asociaciones y el procedimiento comunmente utilizado con niños sordos:

1. No hay lectura labial de lo que el niño no puede decir.
2. No hay ejercicios para producir voz, independientemente de las palabras.
3. En las etapas inciales, los nombres se presentan sonido por sonido.
4. A cada sonido que se enseña le acompaña la forma escrita.
5. Los pasos de la lectura acústica y labial se dan después y no antes de que el niño logre decir los nombres y asociarlos con los objetos que simbolizan
6. Cuando se aprenden sonidos y nombres, es preciso que el niño los recuerde sin que el maestro lo tenga que estar enseñando continuamente.

Como se ha podido identificar el Método preparar a los niños afásicos para su entrada en la escuela regular lo antes posible en el grado que le corresponde.

El método subraya en un principio la mecánica del habla, más que las ideas que se han de expresar o entender por el lenguaje hablado; a través de  la comunicación de experiencia diarias.  Se procede de lo simple a lo complejo.  Primero se enseñana los actos simples del habla y luego se combinana y se estructuran con actos que requieren expresión y entendimiento complejos.

 El método se fundamenta en cinco principios:
1. Las palabras se enseñana mediante un procedimiento fonético.
2. Cada sonido se aprende por el énfasis en la producción de la articulación precisa.
3. La articulación correcta de cada sonido se asocia con su símbolo escrito correspondiente en cursiva.
4. La expresión sirve de fundamento o punto de partida para construir el lenguaje.
5. Se emplea la asociación sensomotora sistemática.

Al niño que está en terapia, primero se le enseña a producir cada sonido a asociarlo con el símbolo-letra escrito; el resultado es concentrarse en producir sonidos sueltos.  Al enseñarlo cómo producir un sonido con precisión y al proporcionarle un símbolo visual correspondiente a ese sonido, se establece un marco de referencia que puede usar en la retención y evocación del lenguaje.  Las asociaciones posteriores de hablar y escribir (habilidades expresivas) con la lectura , lectura de labios y el oído (habilidades receptivas) se basan en la asociación inicial de la ubicación de las articulaciones y de los símbolos de las letras.

Antes de realizar combinaciones de sonidos, formulando una palabra completa, el niño ha de decir cada sonido de la palabra por separado.  En este momento hay que llevarlo a la producción de secuencias de sonidos formando palabras.  En un inicio el habla del niño es cortada, sin embargo, con la práctica aparece una articulación suave sin perder la exactitud de la producción de cada sonido.

El método está dividido en tres unidades de lenguaje:

La primera unidad de lenguaje tiene como objetivo que el niño aprenda cincuenta nombres; a la par se trabaja con actividades de atención (atar cordeles, realizar ejercicios de labios y lengua), mediante lectura global (tarjetas escritas por el docente) se le va pidiendo que de respuesta a instrucciones sencillas.  En la libreta se lleva registro de los sonidos que va aprendiendo acompañados de dibujos y objetos actividades que fortalecen la lectura de labios y el entrenamiento auditivo.

La segunda unidad de lenguaje se centra en oraciones simples, se emplean artículos, pronombres a través de fábulas, oraciones descriptivas; actividades que promueven el incremento de vocabulario.  El uso de preguntas lleva al alumno a dar cuenta de la comprensión de lenguaje y asegura el uso de estructuras gramaticales.  Se empieza con la enseñanza del calendario.

La tercera unidad de lenguaje se enfoca a los conceptos de los verbos mediante ejercicios de narración imaginaria, se utilizan libros de texto.

Conclusiones:

El procedimiento empleado por la autora es básicamente el mismo que se aplica a niños con trastornos de lenguaje receptivo, expresivo y mixto; los niños con retardo en la adquisición y desarrollo de habilidades del lenguaje oral (receptivo o expresivo) son quienes tendrán mayores beneficios del método. 
En este acercamiento no existe claridad sobre la enseñanza formal de la lectura ni la aritmética; unicamente el apoyo visual.  La experiencia nos ha demostrado que estas actividades promueven la atención en aspectos de lectura y escritura, sin embargo el propósito no es la enseñanza formal de la misma.

Existen otros métodos donde el propósito es la lectura y la escritura aún cuando la producción del habla no se alcance.  Recordemos que cada método centra su resultados para la población a la que se dirige.  Nosotros como profesionales de la educación tenemos la tarea de conocer, elegir y sistematizar la propuesta metodológica de acuerdo a sus principios y dar cuenta de los avances y logros que de ella obtengamos. 

Fuente:Myers P., Hammill D. (1990). Cómo educar a niños con problemas de aprendizaje. D.F. Editorial Limusa.